El plato también importa

Empecemos por lo básico. Los gatos domesticos (Felis catus) son mamíferos carnívoros de la familia de los felinos. Esto qué significa? Pues que son animales que en la naturaleza se alimentan de varias comidas pequeñas durante el día; básicamente carne y vísceras; que primero deben cazar. En la naturaleza no tienen comida a disposición todo el día y primero deben trabajar para conseguirla. Por eso las raciones deben ser pequeñas y bien distribuidas a lo largo del día con periodos de actividad física entre ellas.

Los platos de comida para gatos vienen en todos los tamaños colores y con todos los diseños posibles, lamentablemente no siempre el plato más bonitos es el más adecuado para ellos. 

Quien no se ha preguntado para qué sirven los grandes bigotes de los gatos, estos son órganos sensoriales que tienen una función muy parecida a nuestro sentido del tacto. Ya que son muy sensibles; tan sensibles que perciben hasta una pequeña brisa de aire; les resulta muy incómodo que el borde del plato toque sus bigotes.

Consejos:

1. Usa un plato poco profundo, para que no tenga que meter toda la cara en el plato al comer y pueda ve a su alrededor mientras lo hace.
2. Si el plato se mueve demasiado o resbala mucho en el piso, utiliza un individual debajo para que lo sostenga.
3. Si se cae mucho la comida del plato, puede que este sea muy pequeño para la cantidad de comida que contiene.
4. Los platos debes lavarlos a diario, incluso 2 veces al día idealmente. A los gatos como a nosotros no  les gusta comer en un plato sucio.
5. Si tu gato come muy rápido, puedes distribuir varios platos en diferentes lugares de la casa o poner un obstáculo dentro del plato (una roca mediana bien lavada) para que tenga que buscar la comida.
6. Si tu gato tiene artritis u otra condición que le genere dolor al agacharse para comer, puedes poner el  plato en una superficie elevada, por ejemplo una caja, donde pueda comer sin necesidad de agacharse demasiado.
7. NUNCA, pero NUNCA, pongas los platos de comida junto a su caja de arena, arruinaras su comida, tu no comerías en el baño o sí?

Platos de plástico:

Son los menos recomendados, algunos gatos tienen una reacción alérgica al plástico y sus componentes que pueden resultar en acné. Si bien no es un problema grave al principio, lleva a tu gato a un control con  tu veterinario si crees que tiene acné.

Los platos de plástico se rayan fácilmente y son lugares perfectos para el crecimiento bacteriano. Los gatos son animales muy higiénicos y el plástico es todo menos eso.

El plástico puede reaccionar con algunas sustancias y el calor liberando productos tóxicos u olores desagradables para nuestros gatos.

Vidrio:

Está hecho de  arena de sílice (SiO2), carbonato de sodio (Na2CO3) y caliza (CaCO3), ninguno de estos es un material tóxico. El material es no poroso, no tóxico y no reacciona con productos ácidos u otros líquidos. Suelen tener un buen peso pero se rompen fácilmente. Es de fácil limpieza y no favorece el crecimiento bacteriano.

Advertencia: algunos vidrios contienen plomo, el cristal más caro contiene plomo y es peligroso para la salud humana y de nuestros gatitos.

Cerámica:

Están hechos de materiales orgánicos que no desprenden sustancias tóxicas. Suelen ser más pesados por lo tanto son más difíciles de voltear. 

Advertencia: algunos materiales que usan para la pintura y el acabado de las cerámicas contienen plomo y son dañinos para la salud humana y de nuestros gatitos.

Acero inoxidable:

Está hecho de una aleación de acero.  Suelen ser muy ligeros y fáciles de voltear y derramar la comida, a menos que sean de base ancha y con silicona en el borde para que no resbale en el piso. Son impermeables, fáciles de limpiar y no permiten el crecimiento bacteriano. No reacciona con alimentos o líquidos. Su tiempo de vida es muy largo si se cuida de manera adecuada.

Advertencia: algunos ácidos pueden dañar el acero y permitir que se oxide.

Recuerda siempre buscar productos destinados al uso en la cocina o para alimentos, son más seguros ya que todos deberían cumplir los estándares de calidad necesarios para su uso y no deberían contener plomo ni otros materiales tóxicos.

Darle pastillas a tu mascota sin morir en el intento.

Recuerdas la última vez que tuviste que tomar una pastilla o capsula? Lo más probable es que hayas tenido que tomar varios tragos de agua para pasarla. Muchas personas tienen pesadillas con pastillas atoradas en el esófago. Cuando tomamos una pastilla, inmediatamente tomamos agua, seria genial que nuestros compañeros felinos y caninos tuvieran la misma reacción, pero no. 

Si las pastillas no llegan al estómago la curación no empieza. De igual manera todos hemos escuchado que siempre debemos tomar completas nuestras prescripciones de antibióticos. Esto es porque si sólo tomas la mitad de tu tratamiento sólo consigues eliminar a las bacterias más débiles, dejando vivas a las más fuertes y saludables que pueden crecer y crear una infección más severa. Entonces, qué hacer cuando el gatito o el perrito deciden que ya no quieren tomar esa pequeña pastilla amarilla sin sabor justo cuando acabas de empezar el tratamiento?

Aquí algunas opciones:

• Esconde la pastilla en embutidos o quesos: hot-dog, jamón, mortadela, queso en cubos, queso en láminas. Muchos perros tragaran los regalitos sin pensarlo.

• Esconder la pastilla en alimento húmedo.

• Usar pill pockets comerciales. Son pastas palatables con las que puedes envolver la pastilla y así esconder el olor y sabor de esta. Los puedes encontrar en algunas veterinarias y tiendas de mascotas.

• Prepara pill pockets en tu casa, en Internet encuentras miles de recetas caseras. Aquí les dejo una: 1 cuchara de leche SIN lactosa, 1 cuchara de mantequilla de maní, 2 cucharas de harina. Mezclar hasta formar una pasta y refrigerar.

• Untar la pastilla con mantequilla, mantequilla de maní, manjar blanco, aceite de pescado o queso para untar, tiene la ventaja de lubricar la pastilla.  

• Usa una pistola dosificadora, este es un pequeño utensilio de plástico, largo que se asemeja a una jeringa. Lo puedes encontrar en algunas veterinarias y tiendas de mascotas.  

Luego de darles la pastilla es indispensable que tomen agua o que coman algo. Puedes ofrecerles:

Si tu gato o perro se rehúsa completamente a tomar agua o comer algo después de la pastilla y debes dárselo con jeringa sigue los siguientes consejos:

• La mejor manera de aproximarse es desde un lado no desde el frente.
• Desliza la jeringa por un lado de la boca en un ángulo de aproximadamente 45 grados, con cuidado de no insertarla demasiado profundo.
• Presionar el embolo de la jeringa de manera suave para no asustarlo ni generarle un rechazo.
• En gatos es mejor usar una jeringa de 1cm (de tuberculina), en perros depende del tamaño de su boca y si el perro es de raza grande o pequeña.

TIMPANISMO EN EL GATO

El Timpanismo Felino o flatulencias son originadas por un exceso de gas en el estómago o intestinos siendo una parte natural del proceso digestivo. Ambos, el perro y el gato, son susceptibles y en ambas especies las causas son muy similares. Sabías que mucho del contenido gaseoso en el estómago proviene de la ingesta de aire?.

El exceso de gas estomacal acompañado de otros síntomas como vómitos o diarrea son indicativos de que algo malo puede estar ocurriendo. Esto puede ir acompañado de falta de apetito y reducción de peso.

Ahora bien, si tu gato sólo está eliminando muchos gases, no es motivo para alarmarse. Estas pueden ser algunas de las causas:

• Cambio repentino en su alimentación
• Alimentos difíciles de digerir:
• Granos
• Cereales
• Alimento en mal estado
• Fibras
• Lácteos
• Mucha grasa en la dieta
• Condimentos y especias en el alimento
• Mal absorción alimentaria
• Intolerancia alimentaria
• Bolas de pelo
• Engullir el alimento o comer muy rápido
• Parásitos intestinales

Existen condiciones que predisponen a que nuestros gatos traguen aire. Como  por ejemplo darles una gran ración de alimento al día sin distribuirlo en varias comidas, la deglución rápida por competencia con otros animales, problemas respiratorios, anatomía de las vías respiratorias (gatos braqui-cefálicos). Las razas braqui-cefálicas o de cara achatada tienen tendencia a tragar más aire que otras, un par de ejemplos típicos son las razas Persas e Himalayos.

Si quieres ayudar a tu gato con este problema puedes hacer lo siguiente:

• Realizar un registro alimenticio durante el día, es decir, anotar todo lo que tu gato come en casa. Así podrás ver si está comiendo algo que le produce un exceso de gas.
• Cambiar gradualmente su dieta a una de fácil digestión.
• Ofrecer comidas pequeñas y frecuentes durante el día.
• Alimentar a sus mascotas en platos o cuartos separados para evitar la competencia por comida.
• No permitirle acceso a comida de la basura.
• Asegurate de que tu gato se ejercite regularmente.
• No darle leche, tu gato necesita hidratarse durante el día y eso sólo lo consigue tomando agua.
• Estar al día con sus desparasitaciones (recuerda que debes hacerlo cada 3 meses).

Por favor acércate a tu veterinaria de confianza, si percibes alguno de estos síntomas en tu mascota ya que pueden ser indicativos de problemas más serios:

• Dolor al tocar su estómago
• Abdomen abalonado
• Poco apetito
• Vómitos
• Diarrea
• Producción excesiva de saliva
• Heces con sangre

Recuerden que la alimentación de sus gatitos es muy importante y debe facilitar sus procesos digestivos para optimizar su nutrición.